Un lunes lluvioso en Belo Horizonte, pero eso no impidió que Bernardo, mi couchsurfing en aquella gran ciudad me llevase en su auto a conocer cada uno de los atractivos que con los que cuenta la capital de Minas Gerais.
BH, como se la conoce en Brasil, no es una ciudad turística, es más bien un punto de paso hacia las ciudades históricas del estado de Minas Gerais. Los sitios de interés se encuentran en los alrededores de la laguna de Pampulha: la Capilla de San Francisco de Asís conocida por su espectacular mural pintado por Cándido Portinari y diseñada por el afamado arquitecto Oscar Niemeyer, el Museo de Arte de Pampulha, el Mineirao, segundo estadio más grande el país, y el Mineirinho, otro más pequeño.
El paseo incluyó otros lugares más distantes de la zona de Pampulha: el Parque das Mangabeiras y la Plaza del Papa, bautizada así en homenaje a Juan Pablo II, quien ofició allí una misa en 1980. Esta Plaza se encuentra a los pies de las Sierras del Curral, y desde allí se tiene una vista fantástica de la ciudad. Después visitamos distintos miradores y también la Plaza de la Libertad.
El último sitio de interés fue la Rua de Amendoim, en donde se produce un fenómeno muy singular: una ilusión óptica hace que los autos estacionados parezcan ascender por la calle en contra de la fuerza de gravedad.
El último sitio de interés fue la Rua de Amendoim, en donde se produce un fenómeno muy singular: una ilusión óptica hace que los autos estacionados parezcan ascender por la calle en contra de la fuerza de gravedad.
Después fuimos al supermercado donde compramos unas cuántas cosas para cocinar, y ya de nuevo en casa, Bernardo me enseñó a preparar Strogonoff, un plato que no conocía, de origen ruso y muy popular en Brasil. El destino quiso que lo probara tres veces a lo largo de este viaje.
Ya al caer la tarde, la lluvia no cesaba. Aproveché para lavar ropa y pasar mis videos a DVD desde la notebook de Bernardo. Por la mañana iría hasta Ouro Preto, y aun no sabía donde iba a alojarme allí, así que envié un pedido al grupo de Ouro Preto de la página de couchsurfing. Sorpresivamente, una chica llamada Belizia me respondió a los pocos minutos, recomendándome que me alojase en una república (pensión de estudiantes), donde ella se estaba alojando actualmente. Ella residía en Brasilia, pero su novio vivía en Ouro Preto, en una república llamada “Calamidad Pública”, y como estaban en época de vacaciones, muchos estudiantes abandonaban la ciudad, y los que quedaba alquilaban los cuartos a turistas desprevenidos como yo, por la módica suma de 15 reales. Así que aquella noche dejé todo listo para partir al día siguiente rumbo a las ciudades históricas del Brasil.
Mirá los videos de este capítulo:
http://www.vimeo.com/25492857
http://www.vimeo.com/25528564
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