Mostrando entradas con la etiqueta Tacna. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tacna. Mostrar todas las entradas

jueves, 28 de enero de 2010

44-De Perú a Chile, cruzando la frontera


AricaChile — jueves, 28 de enero de 2010

El precio de un pasaje en ómnibus desde Tacna a Arica era al menos en aquellos días, algo incierto. Los precios variaban a cada hora del día, y se encarecían llegada la noche. Ya había pasado el mediodía cuando me decidí a abandonar el Perú para ir a conocer las tierras de O´higgins.

La Terminal de Tacna es bastante caótica. El pasaje se saca allí mismo en la puerta del micro, éstos son pequeños y salen uno detrás del otro, debido a que el contrabando es muy frecuente al ser una zona fronteriza. Allí esperé, junto a una pareja de chilenos que guardaran mi mochila en el guardamaletas, pero el encargado de esto nos mandó a los tres a la puerta del micro para que le diésemos nuestros datos al chofer.

Éste último, nos decía que antes debíamos entregar la mochila, y así, indefinidamente íbamos y veníamos sin sentido mientras una muchedumbre de peruanos continuaba metiendo cosas en el guardaequipaje, a éstos no le pedían ninguna documentación, y subían al micro las cosas más absurdas: enormes packs de rollos de papel higiénico, de desodorantes de ambiente, todo tipo de prendas de vestir, paquetes de algodón, juguetes y todo tipo de mercaderías, mientras los chilenos y yo seguíamos esperando. Hasta que el chofer nos dijo: ya no hay más lugar, tienen que tomar otro ómnibus. Cerraron la puerta y se fueron. 

Sin llegar a comprender cuál era el negociado entre choferes y pasajeros (no había tiempo para eso), decidí tomar uno de los taxis compartidos que iban hacia Arica por 13 soles por persona. Puse mi mochila en el baúl del taxi donde me indicaron, que estaba sin pasajeros en ese momento. Estos no tardaron en llegar y un rato después el chofer me hizo bajar del taxi y quitar de allí mi equipaje porque había completado ya los cinco pasajeros y le sobraba uno.

Finalmente el segundo taxi me llevó hasta Arica. Viajaban además del chofer y yo, un chileno y una chilena que vivían en Arica, y una pareja de amigos: Guillermo de Perú y Jean Claude, de Canadá.

Estábamos a punto de entrar a Chile cuando a alguien se le ocurrió comentar que no cruzáramos hojas de coca porque podían llegar a multarnos e incluso impedirnos el ingreso. Ya sabíamos que Chile tiene fama de ser muy exigente con lo que se ingresa a su territorio. El señor chileno me advirtió que guardara las dos bolsitas de coca en mis bolsillos, porque en la aduana escaneaban la mochila.
El auto tuvo que detenerse, sacar los equipajes, y allí, al rayo del sol, sobre el baúl, me puse a desarmar la mochila: recuerdos, pantalones, calzoncillos, tuve que sacar todo para poder encontrar las dos bolsitas que tan bien había escondido.

El chofer se había encargado de nuestro papelerío cuando salimos de Perú (para agilizar las cosas estaban acostumbrados a hacerlo ellos mismos) y había olvidado el papelito que certificaba la salida de Guillermo. Allí vivimos un feo caso de discriminación. Guillermo era el único peruano (conocida es la rivalidad entre Chile y Perú desde la Guerra del Pacífico y lo poco bienvenidos que son los peruanos en el país del sur). Aún cuando el chofer, que ya conocía al empleado de migraciones y asumió ante él la culpa, le hicieron a Guillermo todo tipo de preguntas: entre ellas si era gay y si Jean Claude era su pareja. Le exigieron tarjetas de crédito, certificados laborales y cosas insólitas que no nos habían pedido a nadie, y al final le firmaron la entrada pero sólo por 10 días y para la ciudad de Arica, o sea que no podía moverse de esa ciudad.

Llegamos a Arica. Guillermo bajoneado porque no podría visitar Iquique ni quedarse unos días más en caso que le diera la gana, le pidió al chofer regresa hasta la frontera pero éste se negó. Además nos cobró a todos 15 soles cuando los carteles en la Terminal de Tacna decían bien claro “Taxi a Arica-13 soles por persona”. Yo fui el único que le discutí hasta que el tipo vio que los demás podían llegar a reclamarle también y me dijo: “Bueno, señor, deme 13 soles pero cállese la boca”.
Después de cambiar algo de dinero me tomé un taxi junto a Jean Claude y Guillermo, y nos fuimos a la zona donde, según me habían dicho los chilenos que conocí en Chivay, podía encontrar hoteles a un precio razonable.

Hacía calor, y no era muy agradable andar con todo el equipaje a cuestas, así que me quedé en el primer hotel que encontré, donde me dieron un cuarto individual por 10 dólares la noche. En ese momento me llamó mi abuela, que desde Argentina, seguía preocupada por lo que veía en TV sobre Cuzco y Machu Picchu. Me costó hacerle entender que ya me había ido de allí hacía seis días.

Guillermo y Jean Claude prefirieron alojarse en un hotel más cerca de la playa, así que se fueron y quedamos en encontrarnos más tarde. Me sorprendió que tanto el taxista, como la encargada del hotel hicieran el mismo comentario “Arica es la ciudad más segura de Chile”. El comentario surgió debido a mi pregunta sobre la seguridad de la ciudad, ya que los chilenos con quienes compartí el city tour en Tacna me habían dicho todo lo contrario. Arica no sólo es segura sino que es una de las ciudades más lindas del norte de chile. El poco tiempo que estuve allí fue suficiente para comprobarlo.








miércoles, 27 de enero de 2010

43-City Tour en Tacna


Tacna, Perú — miércoles, 27 de enero de 2010
El city tour por la ciudad de Tacna comienza en el centro de la ciudad, un recorrido por el paseo público, la Catedral, las avenidas San Martín y Bolognesi, y la mezquita. Una vez que salimos de la ciudad nos adentramos en el distrito de Pocollay donde almorzamos un restaurante campestre llamado Pocollay de Antaño. Allí probé el famoso ceviche, uno de los platos tradicionales del Perú. El costo del almuerzo no estaba incluído y fue de 15 soles.

Después de almorzar fuimos al museo de sitio “Las Peañas”, es un museo ubicado junto a una cárcel en Pocollay, donde se hallaron 56 tumbas, momias y otros restos arquelógicos.



Luego seguimos avanzando por la ruta 40 travesando los pueblos de Calana y Pachia. El paisaje es muy lindo ya que hay montañas hacia los dos lados de la carretera. Además, durante todo el paseo te acompaña la música funcional del bus, canciones típicas de la ciudad y del Perú.

Poco después se llega al complejo arqueológico de Miculla, un área protegida donde se encuentran unos 1.500 petroglifos de los cuales 500 están en exposición. Para ver los petroglifos tuvimos que atravesar un gran puente colgante. Esta experiencia fue muy divertida ya que el puente se movía para todos lados, una señora con sus sobrinas no pararon de gritar mientras trataban de cruzarlo. Después ingresamos al museo donde pudimos observar otra una cantidad importante de petroglifos y nos explicaron cada uno de sus significados.



Luego de visitar el museo emprendimos la vuelta, por la misma ruta, y nos detuvimos en una bogeda donde hicimos una degustación de varios vinos y nos explicaron cómo elaboran el pisco sour, la tradicional bebida del Perú.
Todo este paseo lo hice con un hombre y una chica de Chile, que viajaban solos pero se habían conocido durante el viaje. Ellos me advirtieron que no fuera a Arica por la noche, ya que consideraban que la ciudad era un poco peligrosa. Esto cambió bastante mis planes, ya que pensaba viajar hacia allí una vez terminado el city tour.

El bus nos dejó frente al paseo público y allí me tomé un colectivo hasta el hotel. Aproveché las horas que me quedaban para ir a un cíber en la terminal para bajar las fotos y los videos que venía acumulando, y me amargué al comprobar que me faltaba un CD con las primeras fotos que había sacado en el norte argentino. Había perdido todas las fotos de Purmamarca, Salta, Tilcara y parte de Humahuaca, cosa que me dio mucha bronca, y no podía darme cuenta de dónde podía haberlo extraviado.
Compré unas empanadas y algo de fruta en la misma Terminal y me fui al hotel. Era extraño estar solo en un cuarto luego de tanto tiempo en compañía. Por primera vez en mucho tiempo me puse a ver algo de TV. Pude ver el canal 13 de Argentina y supe que en Buenos Aires la gente se estaba muriendo de calor, que los vecinos de Palermo habían inundado las plazas por la noche buscando un poco de aire fresco. También supe que la telenovela Valientes todavía seguía en el aire. Mi celular no sonaba desde hace un mes y mientras miraba TV recibí un llamado de una alumna, que preocupada por lo que había visto en los medios, quería saber cómo me encontraba. EL llamado consumió mi crédito. Cuando cambié de canal en la TV en un noticiero peruano defenestraban al alcalde de Aguas Calientes por los desastres ocurridos en Machu Picchu y ahí me enteré que todavía había un gran número de turistas que no habían podido salir del pueblo.

Mirá el video de este capítulo:
http://www.vimeo.com/15339824











42-Tacna, la heroica


TacnaPerú — miércoles, 27 de enero de 2010
Llegué a Tacna pasadas las cuatro de la madrugada. El viaje fue muy tranquilo y no había mucho para ver en el camino. Viajé bastante atrapado porque el pasajero que viajaba a mi lado era un hombre excedido en kilos que tenía una campera enorme, lo que me dejaba con poco espacio en el asiento.
Estaba dormido cuando el micro se detuvo en Tacna. Cuando bajé del micro, sin pensar hice lo que estaba acostumbrado a hacer en cada ciudad a la que llegaba: tome un taxi hacia el centro, pero apenas subí al taxi recordé que los chilenos con quienes había hecho el tour a Moray me habían recomendado un hotel, el Daniela II, frente a la terminal, y después de todo sólo pensaba pasar esa noche en Tacna, por lo cual hice detener el taxi que ya había hecho una cuadra y le pedí que me dejara en la puerta del hotel, donde no había cuartos disponibles. El taxista me ayudó entonces a recorrer los dos o tres hoteles de la cuadra, y me hospedé en uno cuyo nombre no recuerdo, donde me ofrecieron un cuarto pequeño, con baño y TV por 25 soles. Me di una ducha y me acosté a dormir.

Por la mañana tomé un colectivo hasta el centro, que quedaba bastante lejos, con la idea de hacer el city tour que comenzaba a las 8.45, pero llegué media hora más tarde, así que aproveché para bajar videos en un cíber, comprar anteojos de sol y conocer un poco la ciudad.

Lo atípico de esta ciudad es que no posee Plaza de Armas, sino un paseo cívico en la calle san Martín, en el que se levanta la Pila Ornamental de Tacna, una fuente de seis metros de alto obsequiada a la ciudad en 1868. Frente a ella, el arco parabólico de 18 metros de altura construido en honor a los héroes de la independencia es sin duda la postal de la ciudad. En el mismo Paseo Cívico que es una especie de plazoleta se encuentra la imponente Catedral construida por Eiffel.



A dos cuadras de allí está la alameda Bolognesi, que se extiende a lo largo de 2 kilómetros sobre un río canalizado. Lejos de lo que se podría suponer, en la alameda Blognesi no hay álamos sino palmeras. Los álamos que le daban nombre fueron reemplazados por palmeras en los años de la ocupación chilena, época en la que también fue canalizado el río que corre por debajo.

Es notable la gran cantidad de comercios que pueden encontrarse en la ciudad, y a lo largo de la alameda Blognesi principalmente. Hay sobre todo ópticas, perfumerías y librerías. Los precios en las vitrinas se exhiben en soles y en pesos chilenos, y al ser una ciudad fronteriza, por lo general se aceptan cualquier de las dos monedas. Inclusive el acento con el que se habla es un híbrido entre el del los peruanos y el de los chilenos.
Poco después del mediodía me dirigí hacia el centro de información turística desde el cual haría el paseo por la empresa Tranvía Tours, la misma con la cual había hecho el city tour en Arequipa. Pero dejaré este relato para el próximo capítulo.












Etiquetas

Altiplano Boliviano (3) Arequipa (3) Arica (2) Año nuevo (4) Bariloche (2) Baños (1) Belo Horizonte (2) Cabanaconde (1) Canoa (1) Cataratas del Iguazú (1) Cañón del Colca (1) Chile Chico (1) Chiloé (1) Chinchero (1) Chivay (1) Colonia (1) Congonhas (1) Copacabana (2) Cotacachi (2) Cotopaxi (1) Coyhaique (3) Cuenca (4) Curitiba (1) Cuzco (7) El Bolsón (1) El Calafate (4) El Chaltén (5) El Cisne (1) Encarnación (1) Esquel (2) Floreana (1) Florianópolis (1) Frutillar (1) Futaleufú (2) Guayaquil (2) Géiseres del Tatio (1) Humahuaca (2) Ibarra (1) Ilha Grande (2) Ingapirca (1) Iquique (6) Isabela (1) Isla del Sol (1) Islas Galápagos (9) Islas de los Uros (1) Jesús de Tavarangué (1) La Paz (4) La Quiaca (1) La Tirana (1) Latacunga (1) Loja (2) Los Antiguos (2) Maca (1) Machu Picchu (5) Maras y Moray (1) Mariana (1) Matilla (1) Misahualli (1) Misiones (1) Mitad del Mundo (1) Mollendo (1) Montañita (3) Montevideo (1) Niterói (1) Ollantaytambo (1) Otavalo (1) Ouro Preto (3) Paraty (1) Petrohué (1) Pica (1) Porto Alegre (1) Posadas (1) Potosí (2) Puerto Ayora (4) Puerto Guadal (1) Puerto Iguazú (3) Puerto López (2) Puerto Montt (2) Puerto Natales (2) Puerto Río Tranquilo (2) Puerto Varas (1) Puno (3) Punta Arenas (2) Purmamarca (4) Puyehue (1) Písac (1) Quilotoa (1) Quiroga (1) Quito (5) Río de Janeiro (4) Salinas Grandes (1) Salta (3) San Ignacio (3) San Martín de los Andes (1) San Pablo (1) San Pedro de Atacama (4) Santa Cruz (7) Sillustani (1) Sucre (1) Tacna (3) Tena (2) Tilcara (2) Tiwanaku (1) Torres del Paine (1) Trinidad (1) Tupiza (1) Turi (1) Ushuaia (8) Uyuni (3) Vilcabamba (3) Villa La Angostura (1) Villazón (1) Yanque (1)

Visitantes del mundo