El viaje desde Sucre hasta La Paz fue uno de los mejores que recuerdo. Mejor dicho, que “no recuerdo”, porque nos la pasamos durmiendo prácticamente las 12 hs que duró el viaje. El coche cama de la empresa El Dorado resultó muy confortable y valió la pena pagar 135 bolivianos.
Llegamos a La Paz a las 7 de la mañana. Las oficinas de orientación turística estaban cerradas. Medios dormidos todavía y con las mochilas a cuestas, intentábamos dar con algún hostel cómodo y económico, que estuviese cerca de las zonas turísticas (esta siempre era la peor parte del viaje). Finalmente pregunté a un muchacho que esperaba en la Terminal con una mochila, y que resultó ser argentino. No sólo me recomendó el hostel donde él había estado parando sino que hasta me regaló un mapa de La Paz.
Taxi mediante, llegamos al hostel “El Solario”, sobre la calle Murillo, a la vuelta de la Iglesia de San Francisco. Nos gustó y allí nos quedamos. A decir verdad siempre nos quedábamos en el primer lugar al que entrábamos, con tal de no seguir soportando el peso de las mochilas.Nuestra habitación estaría disponible a partir de las 9, así que nos fuimos a desayunar y al cíber. Aproveché para bajar fotos y videos a un CD. En aquel cíber fue donde dejaría olvidado el CD con las fotos del norte argentino, pero me daría cuenta de esto muchas semanas después.
Nuestro primer día en La Paz comenzó con lluvia, esos típicos chaparrones aislados con que Bolivia te sorprende constantemente. Pero siguió soleado, y lo dedicamos a conocer la ciudad. En el hostel conocimos a Matías y José, dos brasileros que de los que no me separaría por largo tiempo, y con los que acabaría conformando una gran amistad.Con ellos fuimos a almorzar, sorprendidos por la cantidad de comida que sirven en cada plato boliviano. Después fuimos a conocer la Plaza Murillo y sus alrededores. Visitamos la pintoresca calle Jaén, el Museo de Instrumentos Musicales, y el Museo de Etnografía y Folklore, imperdible para aquellos que gusten del arte y la cultura boliviana.
Por la noche tomamos unos mates con los brasileros, que los aceptaron de puro compromiso, y obtuvimos información sobre los próximos lugares a visitar de parte del alemán con el que compartíamos el hospedaje y las comidas en el tour al salar, al que encontramos hospedado también en “El Solario”. Después de una buena ducha fuimos a cenar a un local de comidas rápidas. Así terminó nuestro primer día en La Paz.
Mirá los videos de este capítulo:http://www.vimeo.com/13190980
http://www.vimeo.com/13195314
http://www.vimeo.com/13220708
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